miércoles, 18 de noviembre de 2009

Una sabiduría infinita



Preciosa Belleza.
Crear un universo. Diseñar la vida. Formarnos para sentir el gozo de existir.
Tal fuerza llena de amor, llena de sabiduría.
Y permitirnos amar esa Bondad, ese portento Creador.
Gracias, Señor.

(Foto de Piero Molinari en Flickr)

viernes, 7 de agosto de 2009

EL MÁS PRECIOSO


SIN TI
Sin tu amor, mi vida sería
Una flecha sin destino
Una flor sin su color
Una brújula sin norte
Un rostro sin sonrisa
Un planeta a la deriva
Una nube sin el viento
Un mar sin una ola
Una noche sin estrellas.

ÉL
Fuerza de vida
Manantial de hermosuras
Grandeza sublime.

Maravilla divina
Energía infinita
Amor insondable.

Por todo, gracias,
Adorado Padre.

PREGUNTAS
Me pregunto si me ama
Y, sí, me responde el mar
Sí, la mariposa
Sí, el tulipán.

Me pregunto,
¿Dónde te hallas?
“dentro de ti”
Me responde la Bondad.

*-*
Aspirante en mí que tanto lo esperas, ¡despiértate!
Amante en mí que tanto lo anhelas, ¡descúbrelo!
Servidor en mí que tanto lo sueñas, ¡ofréndale tu amor!

El girasol le sonría a su fuente de luz. Cada día gira y dispone sus pétalos a su abrazo luminoso.
“Si el tan sólo supiera cuánto lo amo”, piensa el girasol, sin imaginar el colosal amor de su Sol.

Has juntado el mar a la tierra.
Has fundido el sol, que ahora es estrella.
¿Quisieras unir este corazón a tu dicha suprema?

El brillo de la luna me habla del sol.
El vaivén de mi aliento me canta de Dios.

Eres río de Verdad y de Belleza
Adorable, puro, impecable.
Impulsas la Creación a tu dulce ritmo
Majestuoso Amor.

La flor está segura de su sol y lo refleja en su belleza.

Tú, Glorioso, posees la fuerza que crea universos y la delicadeza de la madre que arrulla a su hijo.

Dadivoso. Tu amor desbordante llega a cada corazón. La vida pulsa a tu ritmo preciado. Eres la más hermosa esperanza. ¡Esperar por tu amor es el más dulce sentimiento!

Dador, eres el Bienamado y hasta las flores te retornan sus colores.

Gracias
Por el río
Las cascadas
Y el mar.
Por la hierba
Los claveles
Y tu Majestad.

Lo que la flor es a la abeja, lo que su amada al enamorado, lo que el agua a la semilla, que eso seas cada instante en mi vida, amado Creador.

Corazón, recuerda a Dios por sobre todo.
Ámalo como al mayor tesoro.
Pídele ser su enamorado.
Su mayor gozo es hacerte pleno.

Supremo, la flor te da sus colores, el mar sus olas, el sol sus destellos.
El viento te regala su fuerza, las constelaciones su armonía, las mariposas su vuelo.

Por amor nos has formado. Y tu amor es el más puro cielo.

Gracias, Dador precioso
Que vivo y respiro
Que cada aliento es un diamante tuyo
Que tus regalos son infinitos.

Con incomparable sabiduría, más allá de toda medida, sostienes todo lo creado. Tu orden rige el universo.

Gracias por tan majestuosa Creación, Padre generoso.
Por los matices de las flores, el vuelo de las aves, los millones de astros en el cielo. Todo le canta a tu belleza excelsa.

Bondadoso Supremo,
Eres el viento y el alma la cometa
Que a tu impulso amoroso se eleva tan gozosa.

¿Cómo será tu belleza, creador de todo lo hermoso?

Corazón, escúchalo
Al escucharlo, ámalo
Y al amarlo, ¡piérdete en su Belleza!

Gracias por las maravillas que has creado, reflejo de tu infinita inteligencia y belleza.
Tu energía radiante todo lo abarca, todo lo llena.
Tu divinidad es una completa maravilla.

Cuán profundo el paciente amor que todo lo preserva, que a todos nos conduce con su hilo de ternura.

La más alta ciencia no te alcanza. Sólo describe unas gotas del océano que Tú eres.

Hay tanta elegancia en la forma como crece la vida en sus millones de formas y en su precioso despliegue de belleza.

La vida tiene el encanto de tu risa, Creador de hermosuras.

viernes, 29 de mayo de 2009

NIÑO SOY



Un niño soy
cuando despierto
y me apresuro al día
y gozo con la flor y la semilla
y con el árbol
que filtra hermoso entre sus hojas
la luz que me fascina.
Y cuando escucho el trino de las aves
y las contemplo remontarse al cielo
ligeras como el viento.

Un niño soy y quedo absorto
cuando escucho cuentos de mágicos lugares
donde brotan manantiales
y flotan lotos blancos
y donde el alma se convierte en mariposa
y enfrenta al ente que quiere devorarla
y lo evade con la maravilla de sus alas.

Un niño soy y me extasío
cuando me cuentan
que la mariposa es princesa ahora
del más regio palacio
y ve llegar a un caballero
a quien muestra la única manera
de vencer el maleficio
que convierte en piedra
al osado visitante.

Un niño soy y me fascino
al saber que el caballero se casa con la dama
y pasa a ser el soberano de la corte
y con su espada luminosa
corta el nudo más terrible,
el de la ignorancia,
y la paz reina en toda su comarca.

Niño soy y quedo embelesado
cuando aprendo
que también tengo una espada refulgente
con la cual he de vencer en cada día
lo falso que a mi corazón quiera llegar.

Niño soy y quedo absorto
cuando me hablan de mi Padre inmenso
creador de la hormiga, la flor y la semilla
y quien me ama
y me da las nubes
pasajeras y variadas
y miles de otras cosas bellas
y quien crea miríadas de soles
partiendo de la nada.

Niño soy y vivo embelesado
con este Padre amado que mantiene todas las estrellas
que superan en número
los granos de arena de la faz de esta tierra.

Un amoroso Padre
que me regala su belleza
en la azucena,
en la hojas de la hierba,
en las aves
y hasta en las olas de los mares.

Mayo de 2009